Coronavirus: El martillo y el baile (Parte 4) Final


¿Recuerdas este gráfico? El área azúl claro que va desde finales de marzo hasta finales de agosto es el período que recomienda el documento como Martillo, la supresión inicial que incluye distanciamiento social fuerte.
Si fueras un político y vieras que una opción es matar cientos de miles o millones de personas con una estrategia de mitigación y la otra parar la economía durante cinco meses para después sufrir el mismo pico de casos y muertes otra vez, ninguna de estas dos estrategias te resultaría convincente.
Pero no tiene por qué ser así. Este documento, muy influyente hoy por hoy a nivel político, ha sido duramente criticado por fallos clave: Ignoran el rastreo de contactos (clave en las políticas de Corea del Sur, China o Singapur entre otros) o las restricciones de viajes (aspecto crítico en China), ignora el impacto de grandes multitudes…
El tiempo requerido por el Martillo es semanas, no meses


Este gráfico muestra los casos nuevos en toda la región de Hubei (60 millones de personas) cada día desde el 23 de enero. En dos semanas, el país estaba empezando a volver al trabajo. En 5 semanas estaba completamente bajo control. Y en 7 semanas los nuevos diagnósticos eran solo un goteo. Recordemos que ésta era la peor región en China.
Recordemos otra vez que estas son las barras naranjas. Las grises, los casos reales, se desplomaron mucho antes.
Las medidas que tomaron eran muy similares a las tomadas en Italia, España o Francia: aislamientos, cuarentenas, población en casa salvo en caso de emergencia o compra de comida, seguimiento de contactos, pruebas, más camas de hospital, prohibición de viajes… Fueron, incluso, más estrictas: por ejemplo, se limitó el permiso para salir a comprar comida a una persona por hogar y cada tres días. Además, su ejecución fue severa. Parece como si esta severidad hubiera parado antes la epidemia, pero los bloqueos actuales en Europa parecen tener resultados similares, aunque no tan rápido.
¿Podemos estar en casa durante unas semanas para asegurar que no mueran millones de personas? Creo que sí podemos. Aunque depende de qué viene después.

El Baile

Si se aplica el Martillo al coronavirus, en el plazo de unas pocas semanas se habrá controlado y se estará en mucha mejor disposición de atajar el problema. Entonces viene el esfuerzo necesario para contener el virus en el largo plazo hasta que se desarrolla una vacuna.


Este es probablemente el error más grande que comete la gente cuando piensa sobre esta fase: la gente piensa que serán necesarios aislamientos domiciliarios por el plazo de meses. Este no es el caso ni mucho menos. De hecho, es bastante probable que nuestras vidas vuelvan a cómo eran antes.

El baile en países con éxito

¿Cómo han conseguido países como Corea del Sur, Singapur, Taiwan o Japón tener casos por mucho tiempo (miles en el caso de Corea del Sur) y no tener que recurrir a medidas de confinamiento social en las casas?
En este vídeo, la ministra de asuntos exteriores de Corea del Sur explica cómo lo hicieron . Es relativamente sencillo: tests eficientes y masivos, seguimiento efectivo de casos, restricciones a los viajes, aislamiento eficiente y cuarentenas efectivas.
¿Qué medidas adoptaron? Las mismas que Corea del Sur. En su caso, complementadas con ayudas económicas a aquellos que estaban en cuarentena así como restricciones en viajes.
¿Es demasiado tarde para otros países? No. Aplicando el Martillo se abre una nueva oportunidad para hacer lo correcto.
¿Pero qué pasa si todas estas medidas no son suficientes?

El baile de R

Denomino como “el Baile” al periodo (de varios meses) entre el Martillo y la disponibilidad de la vacuna, pues será un periodo en el que las medidas serán siempre de impacto similar. Algunas regiones verán crecer nuevo brotes, otras no por periodos largos de tiempo. Dependiendo de cómo evolucionen los casos tendremos que actuar en consonancia, haciendo más estrictas o menos las políticas de aislamiento social. Esto es un baile de R: una variación entre medidas que nos permitan volver a la vida tal y como era antes y medidas que fuercen un mayor aislamiento social para prevenir que el virus vuelva a extenderse. Un baile entre economía y sanidad.
¿Cómo funciona este baile?
Todo bascula en torno a R. Si recuerdas, es la tasa de transmisión del virus. Al principio del problema, en un país no preparado para el mismo, está en el entorno de 2 a 3. En ese periodo, cuando una persona está infectada, durante esas semanas infectará en media a otras 2–3 personas.
Si R es mayor que 1, las infecciones crecen exponencialmente convirtiéndose en epidemia. Si es menor que 1, la tendencia es a desaparecer.
En la fase del Martillo, el objetivo es bajar R lo más rápido posible a valores cercanos a cero, para evitar que la epidemia siga creciendo. En Wuhan, se calcula que R era inicialmente 3.9 y que tras las medidas de confinamiento social y cuarentena se consiguió bajar a 0.32.
Una vez entramos en la fase de Baile, esto ya no sigue siendo necesario. En esta fase el objetivo es que R se mantenga por debajo de 1. Esto es posible con un conjunto de medidas simples




   

Esta es una aproximación a cómo distintos tipo de pacientes responden al virus así como su grado de contagio. Nadie sabe a ciencia cierta la forma de esta gráfica pero hemos recopilado información de distintos estudios para hacer una aproximación a cómo podría ser.
Tras contraer el virus, las personas tienen el potencial de contagiarlo a otras — en esos días, en media contagiarán el virus a otras 2.5 personas.
Se cree que es posible incluso contagiar el virus en la fase asintomática. Tras dicha fase, una vez los síntomas aparecen, la persona contagiada irá a los servicios médicos, será diagnosticada y las posibilidades de contagio a otros bajarán.
Por ejemplo, al principio una persona tiene el virus pero sin síntomas, con lo cual se comporta normalmente. Al hablar con otras personas, el virus se extiende. Cuando se toca la cara y luego el picaporte de una puerta, la persona que toque el picaporte y lleve sus manos a la cara puede verse asimismo infectada.
Cuanto más crece el virus dentro de la persona infectada, más contagioso es hacia el resto. No obstante, al tener los síntomas las medidas normales de aislamiento empiezan a surtir efecto (no ir al trabajo, quedarse en cama, llevar mascarilla, ir a los servicios médicos, etc.). Cuan mayores son los síntomas, esa persona se aislará más socialmente y por tanto ayudará a reducir la extensión del virus.
Una vez la persona es hospitalizada, aunque sea muy contagiosa, no se tiende a seguir extendiendo el virus por el aislamiento inherente al ingreso hospitalario.
Medidas de alto impacto como las tomadas en Singapur o Corea del Sur juegan aquí un papel fundamental:
- Test masivos de personas permiten identificar a los portadores del virus incluso antes de que se manifiesten los síntomas. Por tanto, pueden ser puestos en cuarentena evitando la propagación del virus.
- Si la gente está instruida en detectar los síntomas cuanto antes, se reduce el número de días en azul y por tanto se reduce el riesgo de contagio
- Si las personas son aisladas tan pronto como aparecen los síntomas, los contagios de la fase naranja desaparecen.
- Si la gente es instruida en guardar ciertas distancias entre personas, llevar mascarillas, lavarse a menudo las manos, desinfectar zonas, etc. tienden a propagar menos el virus durante ese periodo.
Solo cuando este tipo de medidas falla o no es suficiente, necesitamos medidas más contundentes de aislamiento social

La Recompensa del Distanciamiento Social

Si con todas estas medidas todavía estamos por encima de R=1 (cada persona contagia a otra), necesitaríamos reducir aún más el número medio de personas con las que cada persona entra en contacto.
Hay diferentes formas económicas de conseguirlo, como prohibir eventos de más de un determinado número de asistentes (ej. 50,500), o pidiendo a la gente que trabaje desde casa cuando estén en disposición de hacerlo.
Otras son mucho más costosas, como cerrar los centros educativos, pedir a todo el mundo que se quede en casa, o cerrar bares y restaurantes.




Esta última gráfica ha sido inventada porque todavía no existe. Nadie ha realizado suficiente investigación sobre esto, ni las medidas han sido implementadas de un modo que podamos compararlas.
Es una lástima, porque esta gráfica sería la más importante de todas para que los políticos pudiesen tomar las decisiones correctas. Pero ilustra claramente lo que les está pasando por la cabeza.
Durante el periodo Martillo, las medidas deben conseguir una R tan baja como sea posible manteniéndose tolerables para la población. En Hubei consiguieron bajarla hasta 0.32. Puede que nosotros no necesitemos tanto, quizás solamente hasta 0.5 ó 0.6.
Pero durante la fase de Baile de la R, quieren planear acercarse al 1 tanto como sea posible,mientras se mantiene la R por debajo de 1 a largo plazo.
Esto quiere decir que, aunque los líderes mundiales no se den cuenta, lo que están haciendo es:
  • Listar todas las medidas que pueden tomarse para reducir R.
  • Obtener una estimación de los beneficios de aplicarlas : reducir la R
  • Obtener una estimación de su coste social y económico.
  • Ordenar las iniciativas basándose en su ratio coste-beneficio.
  • Escoger las medidas que dan una mayor reducción de la R, hasta llegar a 1, con el menor coste posible.



Inicialmente, la confianza de los líderes en estas cifras será baja. Pero ya están pensando en esta dirección, y deberían seguir haciéndolo.
Lo que deberían hacer es formalizar el proceso: entender que esto es un juego de números donde debemos aprender tan rápido como sea posible y dónde estamos en la R de la epidemia, el impacto de cada medida en esta R, y sus costes económicos y sociales.
Únicamente en ese momento serán capaces de tomar una decisión racional sobre cuales son las medidas que deben tomarse.

Conclusión: Ganemos Tiempo

El coronavirus está extendiéndose casi por todas partes. 152 países tienen casos. Vamos a contrarreloj. Aunque no es necesario estar así: hay una forma muy clara en la que podríamos estar pensando en estos momentos.
Algunos países, especialmente aquellos a los que el coronavirus no ha golpeado todavía, pueden estar preguntándose: ¿Esto también me va a pasar a mi? La respuesta es: Probablemente ya te haya pasado. Solamente que todavía no te has dado cuenta. Cuando de verdad te golpee, tu sistema sanitario estará probablemente en peor situación que en países ricos con sistemas sanitarios fuertes. Es mejor pecar de precavidos, y deberías considerar seriamente hacer algo ahora.
Para los países donde el coronavirus ya está presente, las opciones son claras.
Por un lado, los países pueden elegir el camino de la mitigación: crear una epidemia masiva, sobrecargar el sistema sanitario, llevar a la muerte a millones de ciudadanos, y generar nuevas mutaciones del virus.
Por otro lado, los países pueden combatirlo. Pueden decretar confinamientos durante unas cuantas semanas para ganar tiempo, crear un plan de acción estudiado, y controlar el virus hasta que tengamos una vacuna.
Algunos gobiernos han elegido el plan de mitigación, como Estados Unidos, Reino Unido, Suiza y Países Bajos.
Esto significa que están rindiéndose sin luchar. Están viendo como otros países han luchado y ganado la batalla, pero se dicen: “Nosotros no podemos hacer eso!”
¿Qué hubiera pasado si Churchill hubiese dicho lo mismo? “Los Nazis ya están por todas partes en Europa. No podemos luchar contra ellos, así que dejémoslo estar”. Esto es lo que muchos gobiernos en el mundo están haciendo hoy. No te están dando una oportunidad para luchar contra el virus. Has de ser tú quien la pida.

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(Traducción del artículo realizada por Óscar Bastidas (Binartis Genomics, S.L ., Jaime Lluch Ladrón de Guevara y Rocío Pérez Viñe, correcciones Anne Joly y Francisco Taberna)

El siguiente video hace un interesante analisis sobre el tema, nosotros tenemos algunas reservas con el planteamiento de la economía de la China, sinembargo el análisis general es bastante elocuento, lo dejamos a criterio del lector.

PARTE 1                                                       PARTE 2                                       PARTE 3
Esta pandemia al 25/03/2020 tiene:
468600 casos
21200 muertes
114218 Recuperados 
 n omento determinado. La mayoría de variables se han mantenido en sus valores por defecto. Únicamente se ha cambiado la R, con valor entre 2.2 y 2.4. (Corresponde a la información disponible más fiable. Ver en la parte de abajo), índice

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