Una reciente investigación concluyó que la caída
de la tasa de fecundidad significa que casi la mitad de los países del mundo se
enfrentan actualmente a un problema grave: no hay suficientes niños para mantener
el tamaño de su población.
Para los investigadores, estos hallazgos son una
"gran sorpresa"; una con profundas consecuencias para las
sociedades con "más abuelos que nietos".
El estudio, publicado en la revista de medicina
The Lancet, observó las tendencias en todos los países desde 1950 hasta
2017.
Y encontró que en América Latina los países con
las tasas más bajas son Cuba, Puerto Rico, Chile, Brasil y Costa Rica.
Transición extraordinaria
La investigación destaca que en 1950, las mujeres
tenían un promedio de 4,7 hijos. El año pasado, esa tasa de fecundidad (Total
Fertility Rate, en inglés), se redujo casi a la mitad: a
2,4 hijos por mujer.
Pero eso enmascara la enorme variación entre
países.
Por ejemplo, la tasa de fertilidad en Níger,
África Occidental, es de 7,1. Sin embargo, en la isla mediterránea de Chipre las
mujeres tienen solo un hijo como promedio.
Mientras que en el caso de América Latina, datos
de Naciones Unidas sobre Nicaragua, República Dominicana, Chile, México,
Colombia, Venezuela, Perú, Costa Rica, Argentina, El Salvador, Brasil y Uruguay
-que suman el 85% de la población de la región- apuntan a tasas de fecundidad
que oscilan entre 1,7 y 2,5 nacimientos por mujer.
Esto está muy lejos de las tasas de 6 hijos que
tenían muchos de ellos durante la década de los años 1960 del siglo pasado.
Cuando la tasa de fecundidad de un país desciende
por debajo de aproximadamente 2,1, las poblaciones eventualmente
comenzarán a reducirse, mucho más aún en los países que tienen una
alta tasa de mortalidad infantil.
Y como destaca el corresponsal de salud de la
BBC, James Gallagher, en el año del comienzo del estudio, en 1950, no había
ningún país es esta situación.
El profesor Christopher Murray, director del
Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud de la Universidad de Washington,
dijo a la BBC: "Hemos llegado a esta cuenca en la que la mitad de los
países tienen tasas de fecundidad por debajo del nivel de reemplazo,
por lo que si no sucede nada, las poblaciones disminuirán en esos países
"Es una transición extraordinaria. "Y
la idea de que la mitad de los países del mundo estén en esta situación será
una gran sorpresa para la gente".
Países afectados
Los países con tasas de fecundidad más bajas son
los más desarrollados económicamente. Esto incluye la mayor parte de Europa,
Estados Unidos, Corea del Sur y Australia.
Esto no significa que el número de personas que
viven en estos países esté disminuyendo, al menos no todavía, ya que el
tamaño de una población es una combinación de la tasa de fecundidad, la tasa de
mortalidad y la migración.
También puede tardar una generación para que los
cambios en la tasa de fecundidad se afiancen.
Pero el profesor Murray dice: "Pronto
ocurrirá una transición tal que las sociedades se enfrentarán a una población
en declive".
La mitad de las naciones del mundo todavía está
produciendo suficientes niños para crecer, pero a medida que los países avancen
económicamente, más bajas serán sus tasas de fecundidad La caída en las tasas de fecundidad no se reduce
al conteo de espermatozoides ni a ninguna de las cosas que normalmente se nos
ocurren cuando pensamos en el tema. En su lugar, se atribuye a tres factores clave:
• Menos muertes en la infancia, lo que significa
que las mujeres tienen menos bebés.
• Mayor acceso a la anticoncepción.
• Más mujeres en la educación y el trabajo.
En muchos sentidos, la caída de las tasas de
fecundidad es una historia de éxito.
Impacto
Sin la migración, los países enfrentarán poblaciones que envejecen y disminuyen.
George Leeson, director del Instituto de
Envejecimiento de la Población de Oxford, dice que esto no tiene que ser algo
malo, siempre que toda la sociedad se adapte al cambio demográfico
masivo.
"La demografía tiene un impacto en cada
aspecto de nuestras vidas, simplemente mire por la ventana a la gente en las
calles, las casas, el tráfico, el consumo, todo está impulsado por la
demografía.
"Todo lo que planeamos no solo está
impulsado por los números de la población, sino también por la estructura de
edad. Eso está cambiando y no nos estamos concentrando en eso", asegura.
Leeson piensa que los centros de trabajo tendrán
que cambiar e incluso la idea de retirarse a los 68 años -el máximo actual en
países como Reino Unido- será insostenible.
Según el informe los países afectados deberán
considerar el aumento de la inmigración o introducir políticas -que a menudo
fallan- para alentar a las mujeres a tener más hijos.
El autor del informe, el profesor Murray,
argumenta: "Según las tendencias actuales, habrá muy pocos niños y
muchas personas mayores de 65 años, y eso es muy difícil de sostener
para la sociedad global".
"Pensemos en todas las profundas
consecuencias sociales y económicas de una sociedad con más abuelos que nietos.
"Creo que Japón está muy consciente de esto.
El país se enfrenta a una población en declive. Pero no creo que este problema
haya afectado a muchos países en Occidente, porque la baja fertilidad se ha
compensado con la migración".
El caso de China
China ha experimentado un enorme crecimiento
poblacional desde 1950, pasando de unos 500 millones de habitantes a 1.400
millones.
Sin embargo, el gigante asiático también enfrenta el
desafío de las tasas de fecundidad, que se situó en solo 1.5 en 2017.
China se ha alejado recientemente de su famosa
política de un solo hijo.
La razón por la cual los países desarrollados
necesitan una tasa de fecundidad de 2,1 es que no todos los niños sobreviven
hasta la edad adulta y los bebés son ligeramente más propensos a ser hombres
que mujeres.
Pero en China, el informe muestra que por cada 100
niñas nacidas había 117 niños, lo que "implica sustanciales abortos
selectivos por razones de sexo e incluso la posibilidad de infanticidios
femeninos".
Esta realidad significa que aún más niños tendrían que
nacer para tener una población estable.
Fuente: Redacción BBC News Mundo
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