Por Carlos Santa Maria (1)
La arrogancia mundial creó el
nuevo coronavirus 2019 (COVID-19) para continuar su proyecto colonizador
mientras el mundo sigue pendiente de la pandemia causada.

Una parte de su estrategia ha sido exitosa pues
se ha logrado mantener la ocupación de naciones y el apoyo a los grupos
terroristas incólume, aprovechando sigilosamente la pandemia y que los MdeD
ocultan esta realidad descarnada.

Sin embargo, la Corporatocracia no previó que
ocurrieran tres hechos:
Uno, que la cara deshonesta de la Unión
Europea y USA quedó en evidencia con el pillaje donde uno le quita al otro
mascarillas y maquinaria quirúrgica imprescindible para el tratamiento del
coronavirus. La insolidaridad de Bélgica y Países Bajos estableciendo la
atención secundaria a los adultos mayores(viejos), privilegiando la edad
productiva, se conjuga con una racionalidad discutible.
La violación del juego limpio o responsabilidad
internacional es clara: las autoridades sanitarias alemanas denunciaron que
EE.UU. “confiscó” en Tailandia su carga de 200 000 máscaras de protección
contra el COVID-19; España denunció a Turquía por apoderarse de sus
respiradores fabricados en China; Francia culpó a USA de comprar un avión lleno
de mascarillas en el país euroasiático y que venía para ellos; Francia, a su
vez, retuvo 4 millones de mascarillas destinadas a España e Italia, y la
República Checa robó mascarillas y respiradores que pertenecían a Italia,
entre decenas de hechos de piratería.
La no aceptación de eliminar el bloqueo
terrorista a Irán, Venezuela, Yemen, por ejemplo, ha demostrado la atroz
mentalidad occidental que incluso ante la pandemia sigue agrediendo al enfermo.
2. Lo que no advirtieron fue que cuando todas
estas naciones “desarrolladas” se hurtaban entre sí, Rusia, China, Cuba, los
apoyaban con personal especializado e insumos fundamentales. Por ello, han
iniciado desde los gobiernos ocultos una campaña para culpar a China de su
origen y a Rusia y Cuba de querer invadir las naciones, en una clara muestra de
la deshonestidad que profesan. A China le gustaría compartir su experiencia en
la lucha contra la pandemia de coronavirus con otros países, pero "no la
convertirá en ningún tipo de arma geopolítica", ha expresado claramente el
portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores en Beijing.
3. Lo más fuerte es que China salió mucho más
rápidamente de la pandemia de lo que se pensaba, pese al deterioro económico se
recuperó, y ahora son los que pueden ayudar a los “aliados”. Por el contrario,
la UE perdió la pequeña autoridad que poseía demostrando ser naciones
colonizadas completamente ahora por Donald Trump donde su
absurda sumisión las desnuda en su debilidad. El rechazo de la resolución rusa
que permitiría cancelar las restricciones económicas durante la pandemia de
coronavirus garantizando el acceso urgente de todos los países a los alimentos
y medicamentos, así como evitar las especulaciones financieras con las
mercancías de primera necesidad, fue percibido en el mundo
soberano como acto irresponsable de mínima ética por parte de los países
occidentales, confirmando su pérdida total de liderazgo moral.

La respuesta de Estados Unidos fue dividir a
Latinoamérica, aceptar el silencio actual de la OEA mientras que antes fue muy
eficiente para apoyar golpes de estado, sin ninguna capacidad de enfrentar como
un todo a la pandemia, reflejando los intereses personales de gobernantes que
desmantelaron la salud pública y entregaron los recursos del Estado a las
corporaciones privadas.
El ejemplo más impactante lo da Donald Trump,
quien ha exigido a la empresa 3M (fabricante de las mascarillas N-95), no
exportar esos productos a América Latina. “Necesitamos las mascarillas. No
queremos que otra gente las reciba”, afirmó el magnate neoyorquino para
justificar su decisión.
La conclusión es obvia: el feo rostro de la
insolidaridad se ha visto reflejado en el egoísmo y desesperanza de los líderes
euroestadounidenses al sentirse amenazados por la muerte y sin responder como
la sabiduría exige: con amor provisto del conocimiento político estructurado en
base a la inteligencia integral.
La cuasi exitosa trampa biológica para
controlar el mundo no dio el resultado óptimo, aunque si causó la muerte de
miles. Por su parte, los gobiernos con sentido social cuyo Estado dispone de
recursos para la vida, hoy se demuestra como una gran alternativa.
Sin embargo, para el día después algunos cambios se darán, pese a que en lo esencial no hay que esperar
grandes transformaciones, como el geopoder nos indica…
(1)

Fuente: HISPANTV
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