Todos los miembros en sus relaciones internacionales, se abstendrán
de recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza contra la integridad
territorial o la independencia política de cualquier estado, o a
cualquier otra forma incompatible con los propósitos de las Naciones
Unidas
Artículo 2 (4) de la Carta de las NACIONES UNIDAS
Artículo 2 (4) de la Carta de las NACIONES UNIDAS
Guerra, terrorismo y derechos humanos
Hasta que los derechos humanos básicos sean igualmente garantizados para todos, sin importar la raza, esto es una guerra.
Hasta ese día, el sueño de una paz duradera, de la ciudadanía mundial, y
de la ley de la moralidad internacional, seguirá siendo una fugaz
ilusión a perseguir, pero que nunca alcanzaremos.
Por todos lados hay guerra, guerra
Bob Marley
Los actos de guerra o de terrorismo desafían el marco de los derechos humanos casi hasta el punto del colapso. Es difícil ver cualquier espacio para ellos cuando la vida humana es objeto de ataques deliberados, o cuando se ve como “daño colateral” en el curso de campañas de bombardeos masivos, que, de forma directa o indirecta llevan a la enfermedad, el sufrimiento, la destrucción de casas y la muerte. En tiempos de guerra, en particular en las guerras que duran años, todos los derechos humanos son afectados negativamente. Los sistemas de salud y de educación sufren y también la vivienda, el trabajo, los suministros de alimentos y agua, el sistema judicial, la libertad de prensa y la libertad de expresión, la rendición de cuentas por los abusos del estado, o por el estado “enemigo”, todos los derechos humanos sufren restricciones o desaparecen por completo. Independientemente de lo pobres que fuesen las protecciones en tiempos de paz, los derechos de los niños, las mujeres, los grupos minoritarios y los refugiados serán aún más pobres casi con toda seguridad en tiempos de guerra.
La guerra y el terrorismo son, en realidad, actos de lesa humanidad, actos que parecen socavar y abandonar los valores centrales de los derechos humanos y del sistema jurídico que les protege. Sin embargo, incluso en medio de una ruptura, siguen funcionando, aunque en un estado de debilidad, y a pesar de que no pueden solucionar todos los males, pueden proporcionar una cierta mínima protección y alguna esperanza de justicia.
La protección ofrecida por los tratados de los derechos humanos no cesan en caso de conflicto armado
Corte Internacional de Justicia
Las guerras y las emergencias nacionales permiten a los estados “derogar” o dejar a un lado temporalmente algunos de sus compromisos en materia de derechos humanos. Sin embargo, algunos, como el derecho a la vida o el derecho a no ser sometido a torturas, tratos inhumanos y degradantes nunca se pueden dejar de lado. Estos se consideran tan importantes y tan fundamentales que deben observarse incluso cuando la seguridad del estado está en riesgo. La sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos en el año 2011 (Al-Skeini y otros c. el Reino Unido), encontró que el Reino Unido había violado el artículo 2 de la Convención Europea de Derechos Humanos, en la que se prevé el derecho a la vida, referente a su tratamiento de un número de civiles durante la realización de las operaciones de seguridad en Basora, en Irak. El caso fue el primero de su clase en lo referente a la búsqueda de que que se aplicaran los principios de la Convención Europea en tiempos de guerra, en territorios extranjeros, y por toda la región sobre la que uno de los signatarios de la Convención tenía el control efectivo. Otros casos han encontrado que el tratamiento dado a los prisioneros en los campos de detención equivalía a la tortura.
¿Cuándo una guerra es una guerra?
En muchos sentidos la guerra y terrorismo
son muy similares. Ambas implican actos de extrema violencia, están
motivados por consideraciones políticas, ideológicas o fines
estratégicos, y son causados por un grupo de individuos contra otro. Sus
consecuencias son terribles para los miembros de la población, ya sea
intencionadamente o no. La guerra tiende a ser más generalizada y la
destrucción es probable que sea más devastadora porque a menudo se lleva
a cabo por estados con ejércitos y grandes arsenales de armas a su
disposición. Los grupos terroristas rara vez tienen los recursos
financieros y profesionales de los estados.
Aparte de los métodos utilizados y del
grado de violencia, la guerra y el terrorismo se perciben también de
forma diferente en el derecho internacional. Las diferencias no siempre
son claras e incluso los expertos pueden estar en desacuerdo acerca de
si una campaña violenta se considera terrorismo, guerra civil,
insurrección, legítima defensa, legítima determinación, u otra cosa.
Pregunta: En el
siglo XX, los chechenios, abjasios, kurdos, palestinos y nacionalistas
irlandeses se han visto a sí mismos librando una guerra contra una
nación colonizadora. Los estados-nación han considerado siempre las
acciones de estos grupos como terrorismo. ¿Cómo podemos decidir cuál es
el término correcto?
Problemas a la hora de definir guerra
Las guerras a veces se definen por el
hecho de que tienen lugar entre los estados-nación: pero ¿y la guerra
civil, o la llamada “guerra contra el terrorismo”? A veces, una
declaración formal de guerra es tomada como definición de un acto de
guerra, pero esto excluye las campañas de bajo nivel de bombardeos que
se realizan durante varios años, como los ataques de los Estados Unidos a
las fronteras de Pakistán o a las zonas de prohibición de vuelos en
Irak en la década de los 90.
En caso de que la definición de guerra
incluyese guerras económicas o comerciales, ¿cuáles pueden ser
enormemente destructiva en términos de la vida humana? ¿Son las
sanciones una forma de guerra? UNICEF estima que las sanciones impuestas
a Irak en la década de los 90 han provocado la muerte de más de medio
millón de niños (y de muchos adultos).
No se puede ganar una guerra como tampoco se puede ganar un terremoto.
Jeanette Rankin
Pregunta: Carl
von Clausewitz, general del ejército prusiano, la definió de la
siguiente manera: “la guerra es, por tanto, un acto de fuerza para
obligar a nuestro enemigo a hacer nuestra voluntad”. ¿Estás de acuerdo
con esta definición?
¿Qué es el terrorismo?
El terrorismo es otro de esos términos que
todo el mundo parece estar listo a utilizar, pero sobre el que no se
puede estar de acuerdo en su definición exacta. Incluso los expertos
continúan discutiendo sobre la forma en que el término debería
aplicarse, y se dice que hay más de cien definiciones diferentes de
terrorismo, ninguna de las cuales es universalmente aceptada.
Esta falta de acuerdo tiene consecuencias
prácticas muy concretas: un solo ejemplo, la ONU ha sido incapaz de
adoptar una convención contra el terrorismo, a pesar de tratar de
hacerlo durante más de 60 años, debido a que sus Estados miembros no
logran ponerse de acuerdo sobre cómo definir el término. La Asamblea
General de las Naciones Unidas tiende a utilizar la siguiente definición
en sus pronunciamientos sobre el terrorismo:
“Actos delictivos concebidos o planeados para provocar un estado de
terror en la población en general, en un grupo de personas o en
determinadas personas que son injustificables en todas las
circunstancias, cualesquiera que sean las consideraciones políticas,
filosóficas, ideológicas, raciales, étnicas, religiosas o de cualquier
otra índole que se hagan valer para justificarlos”
El terrorismo es la intimidación con un propósito: el terror se utiliza
para provocar que otros hagan cosas que de otra manera no harían.
Igor Primoratz
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